En España casi la mitad de los residuos domésticos sigue acabando en un vertedero, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y existen grandes dudas sobre los datos que los gestores de residuos facilitan cada año.
Solo hace falta ver las ingentes cantidades de envases y basuras diseminados por nuestros entornos y la gran cantidad de residuos que cada año acaban en nuestros ríos y mares.
Pero, ¿qué pasa con todos esos residuos que SÍ depositamos en el contenedor correspondiente para su reciclado?
En un interesante articulo de Clemente Álvarez en EL PAÍS, CLIMA Y MEDIO AMBIENTE nos dan un repaso de la situación, analizando el recorrido de los 10 productos más cotidianos que después de tirarse a la basura muestra las incoherencias de nuestro sistema de reciclaje.
El viaje no tan circular de los residuos domésticos en España.
La ropa que se tira a la basura va al vertedero o se incinera. Basta leer la etiqueta de cualquier prenda para darse cuenta de la enorme mezcla de tejidos distintos de la que está hecha, a lo que hay que sumar cremalleras, metales, abalorios…. El calzado resulta todavía casi más llamativo, pues puede incorporar goma, textil, cuero, metales, plástico y hasta madera. Aunque las estadísticas oficiales dicen que ya hay una parte de textil que sí se recicla, esto se refiere a los recortes de la confección y la fabricación.
Las cápsulas de café son un ejemplo evidente de cómo el diseño puede complicar la gestión de un residuo. Aunque desde hace un año funciona un proyecto piloto en Valencia para recuperarlas a través del contenedor amarillo, para la mayor parte de los hogares da igual en qué cubo se tire porque no se recicla, por su pequeño tamaño y por la inexistencia de un canal adaptado para procesar este residuo. Así pues, hoy la mayoría de las cápsulas acaban en un vertedero o en una incineradora. Hay alguna marca que las recoge en sus tiendas y ha creado sistemas propios para su tratamiento. Pero los porcentajes son mínimos.
En 2020 se vendieron en España cerca de 5.800 millones de briks, una de las cifras más altas de Europa. El grupo Tetra Pak asegura que todos estos envases se fabrican con celulosa virgen de bosques certificados, pero también reconoce que en su elaboración no se puede utilizar ni un gramo de material reciclado. Es decir, aunque con un brik sacado de la basura se puede obtener buen cartón reciclado, resulta imposible utilizarlo para fabricar otro nuevo brik, siempre hace falta extraer nuevos materiales vírgenes.
Por separado, los plásticos se pueden reciclar y pueden ser circulares. Sin embargo, los hogares generan residuos con una enorme amalgama de polímeros.
En España hay plantas que separan el envase de yogur de poliestireno, pero por lo general se recicla dentro del flujo del plástico mezcla y en este caso lo que sale es una granza de baja calidad que suele utilizarse para fabricar mobiliario urbano u otras aplicaciones no muy exigentes.
Los biorresiduos (restos de comida y podas) suponen en peso la parte más abundante de los residuos urbanos: un 35,9%, según cálculos de la Fundación para la Economía Circular. Y también son los que en mayor cantidad acaban en el vertedero. Hoy en día ya hay puntos del país en los que funciona la recogida selectiva de orgánico para transformar parte de estos desechos en compost, que a su vez se puede aprovechar para suelos agrícolas donde producir otra vez alimentos. Sin embargo, el contenedor de orgánico todavía está muy poco implantado en la gran mayoría de las comunidades autónomas.
Aunque no están incluidos entre los residuos urbanos, otros de los desechos generados en los domicilios de los españoles son los aparatos eléctricos y electrónicos, que van desde una tostadora a un teléfono móvil o un frigorífico.
Una vez triturado el producto, resulta factible recuperar los metales más comunes, e incluso algunas fracciones pequeñas, pero esto se complica cuando en los equipos electrónicos hay materiales más sofisticados, como tierras raras.
La nueva legislación incide en promover el ecodiseño para favorecer no solo la reciclabilidad de estos productos, sino también que sea fácil su reparación. Lo contrario de lo que ocurre hoy con muchos aparatos.
El plástico es en la actualidad uno de los materiales con peor reputación ambiental, por su propagación descontrolada por todo el planeta. Una circunstancia todavía más difícil de explicar cuando se comprueba que muchos de estos productos se utilizan para un único uso o para usos en los que hay una alternativa que no genera residuo. Por eso, la próxima ley de residuos española obliga a reducir la utilización de plástico e incluso prohíbe algunos artículos de usar y tirar.
El papel y cartón están compuestos de fibra de celulosa, un material que funciona muy bien para el reciclaje, aunque con un número de veces limitado.
En España se usan 1,8 millones de toneladas de fibra virgen y 4,4 millones de toneladas de fibra recuperada.
Estos números son tan altos por la gran eficacia en la recogida de material usado de empresas y establecimientos comerciales. De hecho, el contenedor azul de los ciudadanos aporta apenas un 18% del total recuperado. Por eso preocupa a este sector el aumento del comercio electrónico.
En España se consumen aproximadamente 8.000 millones de latas de bebidas al año. Antes todas estaban hechas de acero, pero hoy en día más de dos terceras partes son de aluminio. Como otros metales, una lata de aluminio puede reciclarse muy bien y tener muchas vidas, con un impacto considerablemente menor que el material virgen. Según la Asociación de Latas de Bebidas, hoy se recupera un 71% de estos envases. Sin embargo, este porcentaje baja hasta el 52% cuando se incluyen otros productos de aluminio, como envoltorios o barquetas.
Una botella de vidrio puede reutilizarse o reciclarse tantas veces como se quiera sin perder sus propiedades, siendo uno de los mejores ejemplos de proceso circular. Está formada de un único material, su recogida selectiva con los iglús verdes es de las que mejor funciona y su uso para fabricar nuevas botellas resulta muy sencillo y ventajoso (pues se funde en los hornos de las vidrieras a menor temperatura que la materia virgen).