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Envases plásticos en contacto con alimentos, una bomba de relojería

por StopPlástico

Un reciente estudio suizo ha identificado unas 1.350 sustancias químicas en el cuerpo humano que también están presentes en la composición de los envases de plástico de los alimentos y en otros artículos de plástico en contacto con los alimentos ¿Son los envases plásticos en contacto con alimentos una bomba de relojería?

Aprovechamos la ocasión y entrevistamos a la Dra. Birgit Geueke, autora principal del estudio.

Envases plásticos en contacto con alimentos

Se sabe desde hace tiempo que los seres humanos están expuestos regularmente a las sustancias químicas de los envases plásticos en contacto con alimentos, y a que éstas pueden pasar de los envases a los alimentos y ser ingeridas junto con éstos.

Entre las sustancias químicas que migran de los envases a los alimentos se encuentran algunas que tienen propiedades peligrosas y preocupantes y, además, hay sustancias químicas de las que no se tiene ninguna información sobre si pueden afectar o no a la salud humana.

Envases plásticos de uso alimentario, una bomba de relojería

Envases plásticos de uso alimentario, una bomba de relojería

Este estudio no trata de microplásticos sino de todas esas sustancias químicas que pasan directamente de los envases de plástico de los alimentos y otros artículos de plástico en contacto con los alimentos, a los alimentos.

¿Son los envases plásticos en contacto con alimentos una bomba de relojería?

La investigación detectó que las sustancias químicas utilizadas en los envases alimentarios también están presentes en muestras humanas como la leche materna, el pelo, la orina o la sangre.

El estudio reveló que unas 1.350 sustancias químicas presentes en los plásticos también se han detectado en nuestro organismo.

En el estudio se compararon más de 14.000 sustancias químicas (también llamadas sustancias químicas en contacto con alimentos o FCCs, relacionadas con los envases de alimentos y otros artículos en contacto con alimentos, con programas nacionales de biomonitorización humana y bases de datos científicas.

El estudio reveló que unas 1.350 sustancias químicas presentes en los plásticos también se han detectado en nuestro organismo.

El estudio reveló que unas 1.350 sustancias químicas presentes en los plásticos también se han detectado en nuestro organismo.

Los resultados revelan que se han detectado 3.601 sustancias químicas al menos una vez en muestras humanas, donde se incluyen TODOS los materiales en contacto con alimentos (papel, cartón, metal, vidrio, siliconas, etc.)
De ellas, 1.350 están relacionadas con el plástico.

Fuente: Food Packaging Forum. Envases plásticos de uso alimentario, una bomba de relojería.

Fuente: Food Packaging Forum. Envases plásticos de uso alimentario, una bomba de relojería.

Más del 25% de los FCCs conocidos están presentes en nuestros organismos

Muchas de las sustancias químicas detectadas en el estudio tienen propiedades peligrosas para nuestra salud. En general, el estudio encontró PFAS, ftalatos, bisfenoles, metales y compuestos volátiles, que han demostrado ser peligrosos para nuestro organismo y el medio ambiente.

Sustancias químicas menos conocidas en envases plásticos en contacto con alimentos. 

Los seres humanos están expuestos a los FCCs de diversas fuentes, no sólo a través de los materiales en contacto con los alimentos, pero es sorprendente que tantas sustancias químicas puedan entrar en contacto con los alimentos a través del envase.

Otras sustancias químicas capaces de migrar de los envases a los alimentos incluyen, por ejemplo, antioxidantes sintéticos y oligómeros cuyos efectos en los seres humanos no se conocen bien.

Un estudio de ayuda a los investigadores

Los estudios de este tipo tienen por objeto aumentar los conocimientos sobre la exposición de los seres humanos a las sustancias químicas que los rodean.

La investigación ayuda a establecer la relación entre las sustancias químicas en contacto con los alimentos y la exposición humana.

Los datos mostrados en este estudio ayudarán a comprender mejor cómo contribuyen los FCM a la exposición química en el cuerpo humano.

“Nuestra investigación ayuda a establecer el vínculo entre las sustancias químicas en contacto con los alimentos y la exposición humana, pone de relieve las sustancias químicas que se pasan por alto en los estudios de biomonitorización y apoya la investigación sobre materiales más seguros en contacto con los alimentos”. Dra. Birgit Geueke, autora principal del estudio.

Materiales reciclados

Muchas sustancias que se encuentran en el interior de nuestro cuerpo también se utilizan en el plástico, pero éste no es el único tipo de envase alimentario que puede liberar sustancias químicas en los alimentos. Además, el reciclaje puede contribuir a aumentar los niveles de migración de sustancias químicas.

El reciclaje puede contribuir a aumentar los niveles de migración de sustancias químicas.

El reciclaje puede contribuir a aumentar los niveles de migración de sustancias químicas.

“El reciclaje de papel y cartón puede, por ejemplo, provocar contaminaciones con tintas que no deberían utilizarse en contacto con alimentos”. Dra. Birgit Geueke.

Marco jurídico europeo

Existe un marco jurídico europeo sobre «materiales en contacto con alimentos». Los Reglamentos más importantes en este tema son el CE 1935/2004 y el CE 10/2011.

El primero de ellos trata sobre los materiales y objetos a entrar en contacto con los alimentos.
El segundo es una medida específica del artículo 5, apartado 1, Reglamento (CE) 1935/2004 y establece los requisitos específicos para la fabricación y comercialización de materiales y objetos plásticos destinados a entrar en contacto con alimentos o que sea razonable que puedan entrar en contacto con alimentos.

Evitar el uso del plástico en nuestra alimentación

Este estudio demuestra que los envases plásticos en contacto con alimentos, pero también de otros materiales, pueden contribuir a la exposición humana a sustancias químicas. Para reducirla en la medida de lo posible, los consumidores pueden prestar atención a las siguientes recomendaciones

Los materiales en contacto con alimentos no son totalmente seguros, aunque cumplan la normativa.

Calentar los recipientes de plástico que contienen alimentos parece una mala idea, ya que las altas temperaturas pueden hacer que las sustancias químicas pasen más rápidamente a los alimentos.

“Este trabajo proporciona un alivio al hecho de que los materiales en contacto con alimentos no son totalmente seguros, aunque cumplan la normativa, porque transferirán sustancias químicas peligrosas conocidas a las personas. Nos gustaría que esta nueva base de pruebas se utilizará para mejorar la seguridad de los materiales en contacto con alimentos, tanto en lo que respecta a la normativa como al desarrollo de alternativas más seguras.” Dra. Jane Muncke, coautora del estudio.

Los alimentos ricos en grasa o muy ácidos son más propensos a absorber sustancias químicas de los envases que los envuelven, y los envases muy llenos o pequeños aumentan la superficie de contacto entre el alimento y el envase.

ENTREVISTA a la Dra. BIRGIT GEUEKE

1. Un estudio como este, de tanta complejidad donde además de la gran cantidad de datos a tratar se tiene que organizar con otras instituciones. ¿Cuánto tiempo cuesta realizar un proyecto como este?

La realización de la base de datos FCChumon nos llevó aproximadamente dos años.

2. El informe concluye con el comentario de la probabilidad de que la cantidad real de FCCs en nuestro organismo sea mayor de la que refleja el estudio ya que solo se investigó en detalle un subconjunto de FCCs. ¿Tienen algún dato estimado de cuál podría ser esa cantidad? ¿Qué haría falta para completar el estudio?

No, no podemos estimar estas cifras. Tendríamos que realizar búsquedas adicionales en la literatura científica de miles de sustancias químicas concretas. Cualquiera que esté interesado en un conjunto específico de sustancias químicas que aún no estén cubiertas puede seguir el protocolo publicado o ponerse en contacto con nosotros para pedirnos consejo.

3. Cuando se concluye un informe como este, con datos tan claros y donde se evidencia que los envases en contacto con nuestros alimentos no son totalmente seguros, aunque cumplan con las normativas. ¿Cuáles son los pasos que dan organizaciones como la suya?

Recopilamos datos dispersos en un lugar central y los ponemos a disposición de todos los interesados. Incluimos sustancias químicas que no se analizan con regularidad. Destacamos las lagunas de conocimiento. Y al final intentamos comunicar estos datos a todas las partes interesadas e invitarlas a utilizar esta información para la investigación, la evaluación de riesgos y el desarrollo de envases alimentarios seguros.

4. Entre sus objetivos se encuentran la de conectar a los reguladores con los diferentes actores económicos, como empresas de alimentación, envasadoras, fabricantes de envases, gestores de residuos,.. ¿Detectan en ellos un compromiso real en el corto o medio plazo para alcanzar una solución global al problema?

Hay muchas acciones y compromisos en marcha en todo el mundo. Nuestra base de datos de marcas y minoristas ofrece una visión general. Además, recogemos oportunidades abiertas de compromiso político e invitamos a todo el mundo a comentar estas propuestas y borradores de políticas.
Los consumidores no pueden reconocer si un envase contiene o no sustancias químicas nocivas.

Los consumidores no pueden reconocer si un envase contiene o no sustancias químicas nocivas

En Europa, vemos que en el futuro se van a prohibir determinadas sustancias químicas en los envases alimentarios (por ejemplo, el bisfenol A y los PFAS). Por desgracia, hay muchas más sustancias químicas con propiedades nocivas similares que todavía se encuentran con frecuencia en los envases alimentarios y las acciones legales a menudo no están a la altura de los últimos avances científicos.

5. Como consumidores, evitar el consumo de alimentos envasados es una tarea difícil. ¿Existe algún tipo de envase o material que sea menos nocivo para nuestra salud? ¿Se puede actualmente, con la tecnología disponible, conseguir envases menos lesivos para nuestro organismo?

Los consumidores no pueden reconocer si un envase contiene o no sustancias químicas nocivas, porque el mismo tipo de envase, por ejemplo una botella de plástico, puede tener una composición química muy diferente. En general, es bueno que los consumidores no calienten los alimentos en el envase y eviten tiempos de almacenamiento prolongados, porque ambas cosas aumentan la migración de sustancias químicas.
Los consumidores no pueden reconocer si un envase contiene o no sustancias químicas nocivas.
Otro punto es el tamaño del envase: Si, por ejemplo, se envasan 500 g de yogur en cuatro envases pequeños de 125 g, hay muchas más posibilidades de migración química y se generan más residuos que si se envasa la misma cantidad en un solo envase. Por eso se recomienda comprar el envase de mayor tamaño posible (teniendo en cuenta el consumo real).

6. Evitar el consumo de alimentos envasados o contenidos en recipientes de plástico parece prevenir sólo parcialmente la ingestión de sustancias químicas. ¿Qué otras medidas podríamos adoptar como consumidores para evitar la ingestión de tantas sustancias químicas?

Los consumidores no pueden controlar completamente a qué sustancias químicas están expuestos a partir de distintas fuentes, como los cosméticos, los alimentos, el agua potable y los productos de consumo.
Un estilo de vida sano, que incluya el consumo de alimentos frescos y la preparación de comidas caseras, puede reducir la exposición a las sustancias químicas sintéticas

Un estilo de vida sano, que incluya el consumo de alimentos frescos y la preparación de comidas caseras, puede reducir la exposición a las sustancias químicas sintéticas

En general, un estilo de vida sano, que incluya el consumo de alimentos frescos y la preparación de comidas caseras, puede reducir la exposición a las sustancias químicas sintéticas.

7. A la vista de los resultados obtenidos en este estudio y pese a existir en Europa un marco jurídico que debería garantizar la seguridad de los envases de alimentos vemos que esto no es así. ¿Qué echa de menos en las directrices europeas?

Rellenar las lagunas de conocimiento sobre la exposición y toxicidad de cada sustancia química, pero también si se comunicara mejor la composición de los materiales, se contribuiría a mejorar su seguridad. Además, en los envases alimentarios, las sustancias químicas de peligrosidad reconocida deberían sustituirse por alternativas más seguras.
La legislación debería tratar de mantenerse al día con los últimos conocimientos científicos y reaccionar a las nuevas investigaciones con mayor rapidez.
Y en tercer lugar, la legislación debería tratar de mantenerse al día con los últimos conocimientos científicos y reaccionar a las nuevas investigaciones con mayor rapidez.

Agradecimientos

No queremos acabar esta entrevista sin dar las gracias a la Dra. Birgit Geueke por el tiempo que nos ha dedicado.
Desde el equipo de Stop Plástico queremos agradecer a ella y a todo su equipo la gran labor que realizan en aras de mejorar la seguridad química de los materiales de envasado.

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