Nicolás Olea (Granada, 1954). El catedrático de la Facultad de Medicina de Granada lleva dos décadas estudiando el impacto de los denominados disruptores endocrinos -aquellas sustancias químicas que alteran el equilibro hormonal- en la población.
Es uno de los mayores expertos en el estudio del impacto de los disruptores endocrinos.
Los contaminantes hormonales, también conocidos como disruptores endocrinos, son sustancias químicas con capacidad de alterar nuestro sistema hormonal y generar su disfunción, lo que puede causarnos diferentes enfermedades.
¿Qué es un disruptor endocrino?
«Es el nombre que tradujimos directamente del inglés (“endocrine disruptors”). Son compuestos químicos que alteran el mensaje hormonal. Las hormonas conectan unos órganos con otros y son mediadores químicos. Pues estos disruptores endocrinos son sustancias que modifican, alteran o interfieren este mensaje hormonal.»
Convivimos con ellos, ya que forman parte de muchos de los objetos de nuestra vida cotidiana como productos de limpieza, envases, cosméticos… Estas sustancias acceden al organismo ingeridas o inhaladas, aunque también pueden ser absorbidas a través de la piel y después llegar por medio de la sangre a los diferentes órganos y tejidos.
¿Qué efectos tienen los disruptores endocrinos sobre la salud?
«Afectan sobre todo a las mujeres, hay relación con más casos de cáncer de mama, endometriosis e infertilidad. En los niños causan déficit de atención e hiperactividad. Cualquier sistema hormonal se puede ver dañado por estos contaminantes ambientales, que causan problemas de tiroides, diabetes u obesidad.»
Deberíamos informarnos más sobre lo que comemos y consumimos. No esperar a que los legisladores actúen.